miércoles, 16 de junio de 2010

Etica Para Amador




Etica para Amador

Por: Fernando Savater

Resumen hecho por:
Prof. Luis Chávez
Cátedra: Gestión de la Educación
Facilitador:
Prof. Leonardo Castillo



La obra literaria "Ética para Amador" fue escrita por el filósofo e intelectual español, también novelista y autor dramático, Fernando Savater para su hijo Amador, pero cuyo contenido es útil para todas aquellas personas con necesidad de convivir en un mundo donde impere la tolerancia, el respeto, la equidad y la justicia.

El mismo está dirigido a quien, para la fecha, tenía 15 años y, representa un valor agregado para quienes tienen el privilegio de formar jóvenes con actitudes y aptitudes basadas en la moral, la ética, las buenas costumbres, pero, sobretodo, con respeto y amor al prójimo.

Es un gran legado para los educadores quienes perciben sus esfuerzos en un individuo formado y preparado para la vida; educadores que requieren de respuestas a las situaciones que se viven a diario en las aulas de clase, con un alto nivel de asertividad.

Esta interesante obra se encuentra distribuida en 9 capítulos titulados de la siguiente manera:
Capítulo 1: De qué va la ética
Capítulo 2: Órdenes, caprichos y costumbres
Capítulo 3: Haz lo que quieras
Capítulo 4: Date la buena vida
Capítulo 5: ¡Despierta, baby!
Capítulo 6: Aparece Pepito Grillo
Capítulo 7: Ponte en su lugar
Capítulo 8: Tanto gusto
Capítulo 9: Elecciones generales

De manera muy resumida, el contenido de este libro se enfoca en tres aspectos muy importantes en la vida humana: la moral, la ética y una visión filosófica de la vida.
Trata sobre lo que entendemos los seres humanos por "bueno" y "malo" y las relaciones que deben existir en un mundo humanizado con valores morales como la amistad, el respeto y el amor.

El capítulo 1 (De qué va la ética) describe cómo el ser humano se encuentra obligado a conocer ciertas cosas de la vida como otras de las que, aún sin saber, puede vivir. Ejemplos de ellos es que debe ser del conocimiento del ser humano que el agua nos quita la sed, pero también puede ahogarnos. El hombre no debe actuar sólo por simple condicionamiento como lo hacen los animales. Su proceder debe someterse a un análisis previo de las consecuencias que se puedan derivar de tal actuación.

El capítulo 2 (Órdenes, caprichos y costumbres) establece las diferencias existentes entre esos tres elementos. Las órdenes y las costumbres vienen dadas por manifestaciones impuestas desde afuera, mientras que los caprichos brotan espontáneamente del ser. Las órdenes son imposiciones que satisfacen más a quien las emite que al que las recibe. Las costumbres sirven para situaciones de rutina. Los caprichos pueden, inclusive, ser el resultado al revés de una orden o una costumbre.

El capítulo 3 (Haz lo que quieras) manifiesta cómo el ser humano es "libre" de decidir qué hacer o no ante una situación que se le presente. Sin embargo, tal decisión debe surgir de un proceso de reflexión, esto es, analizar y enfrentar las posibles consecuencias que se desprendan de su toma de decisiones. Esto tiene que ver con la cuestión de la libertad, que es el asunto del que se ocupa propiamente la ética. No se trata de un "haz lo que quieras" de manera deliberada y egoísta, al contrario, se trata de una toma de decisiones consensuada, discutida y canalizada con el yo interior. Libertad es poder decir "sí" o "no"; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no lo quiero.

El capítulo 4 (Date la buena vida) refleja que la "buena vida" se comienza a vivir, una vez que tomamos en cuenta a nuestros semejantes como seres humanos. Este capítulo deja una clara evidencia de que la postura del autor hacia el pensamiento maquiavélivo de "el fin justifica los medios" es totalmente contraria, sobretodo si ésta implica la derrota de nuestros semejantes.

El capítulo 5 (¡Despierta, baby!) es una clara evidencia de que todas las cosas tienen su valor y un uso para el cual fueron destinadas, sin embargo, no dejan de ser solo eso: cosas. Hay que darles su importancia como cosas. Por otro lado, al semejante hay que tratarlo como ser humano con las mismas necesidades (biólógicas, fisiológicas, sociales, etc). Si bien, el dinero sirve para comprar "cosas", es imposible comprar "amistad" con este recurso, basta con relacionarnos de la mejor manera con nuestros conciudadanos.

El capítulo 6 (Aparece Pepito Grillo) hace referencia a la "conciencia" de Pinocho. Esta es la conciencia que nos hace actuar pensando siempre en el beneficio de los demás. La conciencia se torna en remordimiento cuando, como producto de nuestra libertad de elegir, decidimos cosas dañinas a nuestro ser. A veces las justificamos en las órdenes y las costumbres. Sin embargo, no hay que mezclar las cosas. Todas nuestras decisiones deben siempre encaminarse hacia nuestro bien y al bien colectivo.

El capítulo 7 (Ponte en su lugar) refleja que ante una crítica destructiva, debemos analizar las situaciones por las que alguna persona ha actuado de alguna manera. Ponerse en el lugar de alguien es superar las barreras del "yoísmo" y dar paso a la comprensión en la toma de decisiones de las otras personas.

El capítulo 8 (Tanto gusto) se pone en evidencia que cada momento de la vida se debe disfrutar sin preocuparse por las cosas que no tienen solución.

El capítulo 9 (Elecciones generales) plantea que un principio básico de la vida buena es tratar a las personas como personas, es decir: ser capaces de ponernos en el lugar de nuestros semejantes y de buscar los intereses comunes. Esto es, tratar de aprender a considerar los intereses del otro como si fuesen tuyos y los tuyos como si fuesen de otro.

Conclusión:
Nuestros salones de clases se encuentran plenos de jóvenes con necesidades de respuestas a situaciones tan cotidianas de la vida como son la toma de decisiones. Esta toma de decisiones va a ser, posteriormente, la marca de un presente, que puede ser "bueno" si se ejerció con libertad y también con justicia y equidad, o "malo" si su elección se basó en el individualismo, en el egoísmo y la intolerancia.
Es por ello, que el conducir a esos jóvenes hacia una toma de decisiones consciente y responsable, evitará consecuencias negativas que terminen en el derrumbe de la sociedad... sociedad, que no es más que, la vida con un fin común: la humanización.